Hoy quiero compartir con todos vosotros los recuerdos de un coche que seguramente no pasará a la historia por ser el mejor de la casa Aston Martin pero sí que los amantes de los coches antiguos encontrarán en este modelo un referente de aquellos coches tan diferentes que se hacían a finales de los setenta y durante la década de los ochenta, estoy hablando del Aston Martin Lagonda.

Lo cierto es que era un coche bastante difícil de ver, hoy en día mucho más, dado que únicamente se fabricaron 675 unidades entre los años 1976 y 1989. Tuvo poca aceptación entre el público y muchos llegaron a decir que era el coche más horrible jamás construido, aunque en sus evoluciones tuvo su versión familiar y ciertos retoques, pero ni con esas convenció al público.

Fue un coche que se produjo en poco más de medio año y consiguieron un coche de 5,2 metros de largo, 1,8m de ancho y 1,5m de alto con una distancia entre ejes de 2,9 metros. Tenía motor con nada menos que cuatro carburadores y rendía una tremenda potencia de 280 caballos a unas 5.000 r.p.m.

Aspecto del Aston Martin Lagonda

A finales de los ochenta, una de las unidades del Lagonda fue usada para desarrollar un tremendo motor biturbo V8 y ya en 1982 llegó su comercialización en Estados Unidos. Un año más tarde y tras varias modificaciones fue presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt con detalles novedosos como nuevos asientos, instrumentación mejor distribuida, elevalunas traseros, spoilers de serie, parachoques, etc.

Antes de que acabase 1983 volvieron a hacer algunas modificaciones que hacían que el precio, ya de por sí prohibitivo, ascendiera hasta algo más de 100.000 euros al cambio a día de hoy. Entre estas modificaciones destaca una televisión en color en la parte delantera y otra en la trasera. Hoy en día es un coche bastante buscado entre los coleccionistas y puede llegar a pagarse hasta 60.000 euros por uno de estos modelos. ¿Os gusta?